Condenada a 15 meses de cárcel una profesora por maltrato infantil
Los insultaba, castigaba sin comida, los ataba a la trona o les tapaba la boca con cinta adhesiva.
Los hechos ocurrieron en el curso 2007/2008 en una Escuela Infantil de Torrelodones
Insultados, castigados sin comida, atados a la trona para obligarlos a comer o con la boca tapada con cinta adhesiva para no oírlos. Así trataba una profesora de Educación Infantil a sus alumnos en una escuela infantil de Torrelodones. El Juzgado de lo Penal número 16 de Madrid ha condenado a la mujer, Aránzazu G.A., que ahora tiene 47 años, a 15 meses de cárcel y la inhabilitación para el ejercicio de su profesión durante el tiempo que dura la pena —la Fiscalía pedía dos años— por maltratar a niños de dos y tres años en abril de 2008.
En la sentencia, el Juzgado condena a la profesora como autora criminalmente responsable de un delito continuado contra la integridad moral con el agravante de abuso de superioridad y el atenuante de dilaciones indebidas. El juzgado considera probado que la profesora sometió a los niños que estaban a su cargo en una escuela infantil del municipio madrileño a diferentes malos tratos de manera continuada.
En concreto, a una de las niñas Aránzazu la ató a su silla con una cinta de colores, la zarandeó y le puso una cinta alrededor de la boca para que no gritara. También profería insultos a los niños del tipo "eres tan tonta como tu padre" o que no le extrañaba su comportamiento "teniendo un padre tan pijo".
A otro menor, este de dos años, le puso un vaso de zumo delante y cinta adhesiva en la boca para que no pudiera beber como castigo por haberse portado mal. Este niño contó a sus padres que la profesora les pegaba en las rodillas y en los talones. Otro menor de dos años y nueves meses dijo a sus padres que la mujer ataba a sus compañeros con cinta aislante y les pegaba.
La cocinera de la escuela testificó haber visto a la profesora insultar a un niño.
El niño maltratado por una pareja ingresó con los ojos morados y quemaduras
El padre del menor lo dejó al cuidado del matrimonioDetenido un matrimonio por maltrato a un niño de 4 años
El niño de cuatro años maltratado por un matrimonio al que el padre del menor dejó a su cargo ingresó con los ojos amoratados y quemaduras en los glúteos y en las piernas en un hospital de Vitoria, donde aún permanece internado y está "estable". Fuentes cercanas a la investigación han desvelado los detalles de este caso, por el que esta semana han sido detenidos los dos miembros del matrimonio acusados de maltrato y lesiones al menor, aunque ambos han quedado en libertad con una orden de alejamiento del niño.
Los hechos se conocieron ayer, pero la investigación de este caso comenzó el pasado domingo, cuando el menor ingresó en el Hospital de Txagorritxu de la capital alavesa.
Según las mismas fuentes, el padre dejó al niño a cargo de un matrimonio con el que tiene una relación de confianza y amistad porque él no tiene domicilio fijo en Vitoria y actualmente duerme en un taller. Además, la madre del menor se encuentra presa en Bolivia. Ante esta situación, dejó al niño a cargo de esta pareja, que el domingo por la mañana le entregó a su hijo encapuchado.
Al quitarle la capucha, el padre descubrió que tenía los ojos amoratados y que además sufría quemaduras en los glúteos y en las piernas. El padre le dio de desayunar y llamó a su hermano y al abuelo del niño, familiares que fueron quienes lo trasladaron al hospital de Txagorritxu de Vitoria. Fuentes de este centro sanitario han indicado que el menor se encuentra ingresado en una habitación de Pediatría, que está "estable" y que probablemente seguirá internado al menos hasta el lunes.
Al conocer este caso se activó el protocolo establecido por la Diputación de Álava y, ante la "situación de desprotección" en la que se encuentra el niño, la institución foral ha asumido su tutela.
La Ertzaintza, por su parte, inició la investigación el pasado domingo al tener conocimiento del ingreso del menor en el hospital con signos de maltrato y diversas lesiones causadas al parecer en fechas recientes. La sección de Investigación de la Policía Vasca instruyó diligencias y notificó los hechos al Juzgado y a la médico forense.
Los agentes continuaron con la toma de declaraciones y con las investigaciones e identificaron a los presuntos autores del hecho, un hombre de 37 años y su mujer, de 36, que habían tenido al menor a su cargo durante las dos últimas semanas a petición de su padre. Los ertzainas iniciaron la búsqueda de los dos sospechosos hasta que el pasado martes, el hombre se presentó en dependencias de la Ertzaintza de Vitoria acompañado por un abogado.
Los agentes lo detuvieron y, tras ser puesto a disposición judicial, quedó en libertad con una orden de alejamiento del menor de 200 metros. Su mujer, acusada de los mismos delitos, permaneció en paradero desconocido hasta ayer, cuando fue localizada y detenida también en Vitoria, tras lo cual fue conducida al Juzgado de Guardia y ha quedado en libertad, también con una medida de alejamiento del menor de 200 metros.
El Departamento de Seguridad no ha dado a conocer los detalles de este hecho pero fuentes conocedoras del caso han desvelado que cuando el padre preguntó al matrimonio de amigos suyos qué le había pasado a su hijo trataron de justificar los moratones de la cara diciendo que se había caído. Respecto a las quemaduras en los glúteos y piernas le explicaron que se los había hecho con un juego eléctrico.
La Ertzaintza ha tomado incluso declaración al pequeño en el hospital en presencia de su tío. Una vez que le den el alta, el niño quedará bajo la custodia de la Diputación alavesa.
El Arzobispado de Burgos reconoce haber sometido a exorcismos a una menor.
El Arzobispado de Burgos ha reconocido en una nota de prensa que una menor burgalesa fue sometida a varias sesiones de exorcismo en Valladolid, con un exorcista "legítimamente nombrado" por su obispo, tras un intento de suicidio.
El escrito da respuesta a una información publicada hoy por Diario de Burgos que indicaba que una menor se habría intentado suicidar tras ser sometida por sus padres a trece exorcismos, algo que según el rotativo investiga un juzgado de Burgos que estudia la posible existencia de delitos en lo ocurrido.
En la nota del Arzobispado se indica que han hablado con los padres de la joven, que acaba de cumplir 18 años, y han asegurado que la decisión de llevar a su hija al exorcista fue "bastante posterior a su intento de suicidio".
Los padres, según el Arzobispado, consideraron conveniente llevar a la niña al exorcista de Valladolid en el mes de abril y las sesiones concluyeron en junio de este año, con el convencimiento de los padres de que ya estaba "sanada".
Los padres también han relatado al Arzobispado que acudieron tiempo atrás a un exorcista de Madrid, aunque la niña no recibió entonces ningún exorcismo.
El asunto se ha destapado a raíz de la denuncia interpuesta por seis tíos maternos de la joven, según el Diario de Burgos, aunque los acusados no han recibido todavía notificación judicial.
En todo caso, el Arzobispado de Burgos niega que el párroco de la iglesia burgalesa de Nuestra Señora del Rosario haya sido confesor habitual de la joven y asegura que tampoco ha tenido nada que ver con la decisión de llevarla al exorcista, como al parecer indica la denuncia de los familiares.
De hecho, en la nota se afirma que las personas que hayan colaborado con los padres en este asunto lo han hecho a título personal, "nunca por mandato de la parroquia o del Arzobispado".
La nota concluye recordando que los exorcismos son una práctica religiosa que se ha mantenido en la tradición de la Iglesia como un derecho de todos los fieles.
El Código Canónico exige que el exorcista sea nombrado por el obispo y que valore la oportunidad de realizarlo. El Arzobispado de Burgos reconoce que el exorcista de Valladolid está "legítimamente nombrado" por su obispo.
Posible maltrato familiar
La magistrada, una vez analizado el relato de la menor ante la Policía Nacional y leídas las declaraciones de los padres ante los agentes, decidió el 26 de agosto abrir diligencias previas, informa el Diario de Burgos. De los hechos que aparecen en el atestado la juez señala que "presentan características que hacen presumir la posible existencia de delito de violencia de género, lesiones y maltrato familiar".
Ante la Policía Nacional la menor declaró que en mayo de 2012 comenzó con "unos problemas de anorexia acompañados por problemas nerviosos de ansiedad" y que dejó de comer "por hacer penitencia", la misma razón que le llevó a realizarse "cortes en las muñecas".
Tras varios intentos frustrados el 24 de septiembre de 2013 decidió acabar con su vida tirándose desde un tercer piso. Según la denuncia, los exorcismos se repitieron hasta en 13 ocasiones. En vista de que no tenían mucho éxito fue obligada a rezar todos los días y en una ocasión se desmayó por llevar mucho tiempo de pie. Su padre le dio varias patadas mientras le gritaba que se levantara. En otra ocasión, al no querer rezar el rosario, le ataron las piernas y las manos y le introdujeron una braga en la boca.
Recientemente me he horrorizado con un anuncio totalmente cuestionable. Se trata de un juguete diseñado para crear tus propias fundas de móvil. Según la descripción aportada por la empresa creadora, es un “original y entretenido juego”; y lo que me parece más aberrante, está “recomendado a partir de ocho años”. Al ver el anuncio, he hablado con mi hermana pequeña de 4° de primaria ridiculizando el juguete, y su respuesta ha sido: “En mi clase hay seis niños con móvil”. Me he quedado sin palabras. ¿De veras nos hemos dejado invadir por la tecnología hasta llegar a estos extremos? Una cosa tengo clara, dicho juguete está en el mercado después de un estudio de ventas. Estoy segura de que tanto papanoeles como reyesvan a traer ese regalo con una gran sonrisa sin plantearse siquiera la locura de la que se trata. Directamente se ha aceptado que los niños dispongan de un móvil lleno de acceso al mundo adulto; que les aleja de sus ganas de ir a correr, jugar y saltar a la cuerda para llevarlos al deseo de estar sentados en el sofá mirando el móvil sin vitalidad ninguna. Y un último punto más, es curioso que el juguete sólo es compatible con los smartphones más costosos del mercado.
La promesa de una comida caliente animó a Alice Kankhwala a ir a la escuela. La ración de maíz que cada día podía llevar a casa convenció a sus padres de que debía acabar sus estudios. En Malaui, donde la alfabetización infantil femenina era insignificante, esos platos guardaban el aroma del futuro y la libertad.
Desde ese primer día de lápices recién afilados y cuadernos por garabatear han pasado 15 años. Las tasas de escolarización se han triplicado en Malaui y alcanzan al 80% de la población de niños y jóvenes. La gratuidad de la educación primaria, la mejora de las infraestructuras y las comidas escolares están detrás de este espectacular incremento.
Alice podía haber sido como muchas niñas de Malaui. Podría haberse casado muy joven, en un país donde la mitad de las mujeres se desposan a los 18 años, o pudo haber sido enviada a trabajar, para ayudar a sus padres agricultores. "Yo no hubiera terminado mi escuela primaria si no hubiese sido por las comidas escolares", dice Alice.
Ella fue una de las primeras estudiantes en recibir un plato de comida del Programa Mundial de Alimentos. Hoy son más de diez millones de niños en toda África. Los alumnos reciben en la escuela el desayuno o el almuerzo. Con tan sólo 20 céntimos se llena una taza con arroz, frijoles, carne o pescado, aceite y sal. Y con 40 euros un niño puede ser alimentado durante todo un año escolar.
“No se puede estudiar pasando hambre”, afirma Alejandro Chicheri, portavoz del PMA para América Latina y el Caribe, donde 2,4 millones de niños participan en el programa. “Muchos niños llegan a la escuela después de haber caminado 10 kilómetros, desnutridos. Las comidas escolares fomentan que se pueden concentrar en el estudio y reducen el fracaso escolar”.
En el caso de alumnos particularmente vulnerables, como las niñas, las comidas escolares pueden combinarse con el suministro de raciones para llevar a casa con el fin de que tengan un mayor impacto. “A las niñas se las saca de la escuela muy pronto para que ayuden en casa. Son casi un animal de carga en muchas comunidades”, lamenta Chicheri. Para incentivar a las familias, en Afganistán, por ejemplo, se premia la asistencia de 20 días a clase con cinco galones de aceite. “Ellas empiezan a sentirse orgullosas, valiosas, y no una carga. Sus comunidades las identifican como un vector de desarrollo”, añade.
La educación femenina tiene amplias repercusiones económicas porque las mujeres y las niñas reinvierten la mayor parte de sus ingresos -hasta un 90%– en sus familias. Mantener a las niñas en las escuelas les da una mejor educación y eleva la edad en que se casan y tienen hijos, lo que les abre oportunidades reales para el futuro. Cada año que una chica se queda en la escuela primaria, aumenta sus futuros salarios hasta en un 20%, según el Banco Mundial.
El escrito da respuesta a una información publicada hoy por Diario de Burgos que indicaba que una menor se habría intentado suicidar tras ser sometida por sus padres a trece exorcismos, algo que según el rotativo investiga un juzgado de Burgos que estudia la posible existencia de delitos en lo ocurrido.
En la nota del Arzobispado se indica que han hablado con los padres de la joven, que acaba de cumplir 18 años, y han asegurado que la decisión de llevar a su hija al exorcista fue "bastante posterior a su intento de suicidio".
Los padres, según el Arzobispado, consideraron conveniente llevar a la niña al exorcista de Valladolid en el mes de abril y las sesiones concluyeron en junio de este año, con el convencimiento de los padres de que ya estaba "sanada".
Los padres también han relatado al Arzobispado que acudieron tiempo atrás a un exorcista de Madrid, aunque la niña no recibió entonces ningún exorcismo.
El asunto se ha destapado a raíz de la denuncia interpuesta por seis tíos maternos de la joven, según el Diario de Burgos, aunque los acusados no han recibido todavía notificación judicial.
En todo caso, el Arzobispado de Burgos niega que el párroco de la iglesia burgalesa de Nuestra Señora del Rosario haya sido confesor habitual de la joven y asegura que tampoco ha tenido nada que ver con la decisión de llevarla al exorcista, como al parecer indica la denuncia de los familiares.
De hecho, en la nota se afirma que las personas que hayan colaborado con los padres en este asunto lo han hecho a título personal, "nunca por mandato de la parroquia o del Arzobispado".
La nota concluye recordando que los exorcismos son una práctica religiosa que se ha mantenido en la tradición de la Iglesia como un derecho de todos los fieles.
El Código Canónico exige que el exorcista sea nombrado por el obispo y que valore la oportunidad de realizarlo. El Arzobispado de Burgos reconoce que el exorcista de Valladolid está "legítimamente nombrado" por su obispo.
Posible maltrato familiar
La magistrada, una vez analizado el relato de la menor ante la Policía Nacional y leídas las declaraciones de los padres ante los agentes, decidió el 26 de agosto abrir diligencias previas, informa el Diario de Burgos. De los hechos que aparecen en el atestado la juez señala que "presentan características que hacen presumir la posible existencia de delito de violencia de género, lesiones y maltrato familiar".
Ante la Policía Nacional la menor declaró que en mayo de 2012 comenzó con "unos problemas de anorexia acompañados por problemas nerviosos de ansiedad" y que dejó de comer "por hacer penitencia", la misma razón que le llevó a realizarse "cortes en las muñecas".
Tras varios intentos frustrados el 24 de septiembre de 2013 decidió acabar con su vida tirándose desde un tercer piso. Según la denuncia, los exorcismos se repitieron hasta en 13 ocasiones. En vista de que no tenían mucho éxito fue obligada a rezar todos los días y en una ocasión se desmayó por llevar mucho tiempo de pie. Su padre le dio varias patadas mientras le gritaba que se levantara. En otra ocasión, al no querer rezar el rosario, le ataron las piernas y las manos y le introdujeron una braga en la boca.
Juguetes, ¿para niños?
Recientemente me he horrorizado con un anuncio totalmente cuestionable. Se trata de un juguete diseñado para crear tus propias fundas de móvil. Según la descripción aportada por la empresa creadora, es un “original y entretenido juego”; y lo que me parece más aberrante, está “recomendado a partir de ocho años”. Al ver el anuncio, he hablado con mi hermana pequeña de 4° de primaria ridiculizando el juguete, y su respuesta ha sido: “En mi clase hay seis niños con móvil”. Me he quedado sin palabras. ¿De veras nos hemos dejado invadir por la tecnología hasta llegar a estos extremos? Una cosa tengo clara, dicho juguete está en el mercado después de un estudio de ventas. Estoy segura de que tanto papanoeles como reyesvan a traer ese regalo con una gran sonrisa sin plantearse siquiera la locura de la que se trata. Directamente se ha aceptado que los niños dispongan de un móvil lleno de acceso al mundo adulto; que les aleja de sus ganas de ir a correr, jugar y saltar a la cuerda para llevarlos al deseo de estar sentados en el sofá mirando el móvil sin vitalidad ninguna. Y un último punto más, es curioso que el juguete sólo es compatible con los smartphones más costosos del mercado.
El 'privilegio' de estudiar con el estómago lleno.
La promesa de una comida caliente animó a Alice Kankhwala a ir a la escuela. La ración de maíz que cada día podía llevar a casa convenció a sus padres de que debía acabar sus estudios. En Malaui, donde la alfabetización infantil femenina era insignificante, esos platos guardaban el aroma del futuro y la libertad.
Desde ese primer día de lápices recién afilados y cuadernos por garabatear han pasado 15 años. Las tasas de escolarización se han triplicado en Malaui y alcanzan al 80% de la población de niños y jóvenes. La gratuidad de la educación primaria, la mejora de las infraestructuras y las comidas escolares están detrás de este espectacular incremento.
Alice podía haber sido como muchas niñas de Malaui. Podría haberse casado muy joven, en un país donde la mitad de las mujeres se desposan a los 18 años, o pudo haber sido enviada a trabajar, para ayudar a sus padres agricultores. "Yo no hubiera terminado mi escuela primaria si no hubiese sido por las comidas escolares", dice Alice.
Ella fue una de las primeras estudiantes en recibir un plato de comida del Programa Mundial de Alimentos. Hoy son más de diez millones de niños en toda África. Los alumnos reciben en la escuela el desayuno o el almuerzo. Con tan sólo 20 céntimos se llena una taza con arroz, frijoles, carne o pescado, aceite y sal. Y con 40 euros un niño puede ser alimentado durante todo un año escolar.
Las niñas, las más vulnerables.
“No se puede estudiar pasando hambre”, afirma Alejandro Chicheri, portavoz del PMA para América Latina y el Caribe, donde 2,4 millones de niños participan en el programa. “Muchos niños llegan a la escuela después de haber caminado 10 kilómetros, desnutridos. Las comidas escolares fomentan que se pueden concentrar en el estudio y reducen el fracaso escolar”.
En el caso de alumnos particularmente vulnerables, como las niñas, las comidas escolares pueden combinarse con el suministro de raciones para llevar a casa con el fin de que tengan un mayor impacto. “A las niñas se las saca de la escuela muy pronto para que ayuden en casa. Son casi un animal de carga en muchas comunidades”, lamenta Chicheri. Para incentivar a las familias, en Afganistán, por ejemplo, se premia la asistencia de 20 días a clase con cinco galones de aceite. “Ellas empiezan a sentirse orgullosas, valiosas, y no una carga. Sus comunidades las identifican como un vector de desarrollo”, añade.
La educación femenina tiene amplias repercusiones económicas porque las mujeres y las niñas reinvierten la mayor parte de sus ingresos -hasta un 90%– en sus familias. Mantener a las niñas en las escuelas les da una mejor educación y eleva la edad en que se casan y tienen hijos, lo que les abre oportunidades reales para el futuro. Cada año que una chica se queda en la escuela primaria, aumenta sus futuros salarios hasta en un 20%, según el Banco Mundial.
La escuela, el corazón de la comunidad.
De esta forma, las comidas escolares rompen el ciclo del hambre, la pobreza y la explotación infantil en las regiones más pobres del mundo. Es posible proporcionar comidas escolares también a los niños afectados por el VIH y el sida, los huérfanos, los discapacitados y los antiguos niños soldados.Las madres son las que suelen encargarse de preparar la comida y así se las implica en el desarrollo educativo de sus hijos. Además, el PMA trata de vincular a los pequeños agricultores, se apoya a las economías rurales y los programas se hacen sostenibles. Más de 20 países en los que opera esta agencia especializada de la ONU tienen programas de alimentación escolar basada en la producción local.
Un niño que estudia es un niño que tiene la oportunidad de escapar de la miseria. Entre los estudiantes que recibieron una comida y un libro a tiempo, hay generaciones de doctores, maestros, ingenieros y hasta ministros. También deportistas de élite, como el plusmarquista mundial de maratón Paul Tergat, ganador de dos medallas olímpicas. Este keniano asegura que las comidas escolares que recibió cuando era niño jugaron un papel crucial para liberar todo su talento como atleta.
Alice se convirtió en maestra para servir como un modelo a seguir y empoderar a las jóvenes a través del conocimiento. Lleva sus enseñanzas fuera del aula y defiende la educación de las niñas cada vez que habla a los padres en la comunidad. Todavía hay 58 millones de niños sin escolarizar en todo el mundo. Y 168 millones son víctimas de la explotación laboral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario